"El vuelo se retrasó dos horas, en las que supliqué que me permitieran estar con Tito en cabina porque era demasiado tiempo de espera y él estaba sedado. En cuanto llegué a Santa Cruz casi me muero, porque recibí el canil vacío", ha contado la dueña del gato, enfurecida y muy preocupada.
La desaparición del animal ha inundado las redes sociales de Bolivia y todo el país está ayudando en su búsqueda, con las calles empapeladas con fotos de Tito y la alarma social ha obligado al Gobierno a tomar cartas en el asunto. El ministro de Obras Públicas ha dado una rueda de prensa.
"Lo primero que he instruido una vez me he enterado de la pérdida del gatito Tito es que se puedan tomar todas las acciones correspondientes, ya que personalmente creo que todavía está con vida. Podría estar en las viviendas contiguas al aeropuerto", ha dicho en su comparecencia explicando las medidas que han tomado.