La tiktoker apareció en su perfil llorando en su coche porque aseguraba que acababa de enterarse que había comprado "en broma", un sofá por un valor de 100.000 dólares. Paró el vehículo y se dirigió a sus seguidores llorando para hacerles una petición.

"Si tienes un millón de dólares, por favor, ¿puedes donar?", rogaba visiblemente afectada y sollozando. Según su testimonio, pujó por el sofá, una pieza icónica de un artista de los años 50, sin pensar que iba a tener que pagarlo finalmente.

El diario Daily Mail publica que "la influencer admite que todo fue una broma para tapar sus OnlyFans y enciende la furia al trolear a los seguidores con una foto sucia del sofá". Los 'zapeanders' tienen claro que en estos casos hay que hacer una investigación previa para no caer en una presunta estafa por empatía y solidaridad.