El preso que trató de huir de una cárcel boliviana disfrazado de oveja no es el único que ha ideado planes de fuga originales, diferentes y a la vez cómicos. Auténticos genios del escapismo como el caso de un peligroso preso brasileño que trató de escapar haciéndose pasar por su hija adolescente.

Otra fuga de película la protagonizaron otros dos presos brasileños que intentaron salir de la cárcel escondidos en bolsas de basura, algo que los guardias detectaron rápidamente por el peso. En Ohio, una convicta intentó escaparse por el conducto del aire acondicionado.

El plan "más idiota" para Quique Peinado es el de Kenneth Burnum, que robó la identificación a un compañero que sí tenía que salir de prisión sin caer en el detalle de que su parecido físico con él era auténticamente nulo. Cuando regresó, su condena aumentó por el intento de fuga.