Antonio ha vuelto para devolverle un boleto de la tómbola de hace 30 años, cuando se conocieron y se enamoraron. Se sintieron tan a gusto que no escucharon el número y perdió el premio.

"En cuanto cruzamos las primeras palabras me di cuenta de que había más gente como yo y que podía sentir algo muy fuerte por alguien", le ha dicho Aquilino a su amor del pasado.

Decidió dejar a Antonio para no romper su familia, pero nunca dejó de amarle y renunciar a lo que sentían. La llama nunca se ha apagado, pero la decisión sigue siendo firme. ¿Se arrepentirá una vez más?