Manolín extraña su casa, a sus padres, su abuelo y a sus hermanos, pero lo que más le cuesta es adaptarse al protocolo de de los Sáez de Abascal y las exigencias de Socorro, que está presionando mucho al joven para que dé la talla en los eventos y reuniones familiares.
En realidad, la tía de su mujer solo intenta ayudarle, pero su intensidad está acabando con su paciencia y ha decidido aprovechar sus días de descanso para despejarse lejos de Emma, así que ella ha buscado una solución hablando con Pelayo en El Asturiano.
Con la ayuda de Catalina y Ciriaco, los hermanos pequeños de Manolín, ha llevado a su casa una caja con todo lo esencial de la habitación de su esposo y le ha animado a colocarlo en su cuarto para que se sienta como en casa. ¿Será el principio de una preciosa historia de amor real?