Fausto ha llegado para quedarse y ha prometido a su hijo que no va a volver a desaparecer, pero su hijo quiere aprovechar al máximo esta nueva oportunidad y seguir conviviendo con su progenitor más tiempo, algo que él no quiere que sirva como excusa para que de un paso más en su relación con su chica.

A Paloma le preocupan los fantasmas del pasado y teme que ahora que Coral y Raúl ya no están juntos, su novio vuelva a enamorarse de su mejor amiga. Los nervios y el miedo se han convertido en peligrosos compañeros de viaje para la pareja, que se enfrenta a una importante crisis.

"Lo que yo sentí por Coral no es lo mismo que lo que siento por Paloma y por fin me he dado cuenta de que el camino del amor no tiene por qué ser angustioso. Yo tengo claro que quiero seguir caminando al lado de Paloma", le ha asegurado Fran a su padre durante el desayuno que han compartido.