Hugo sabe que si su amigo no lo da todo en el terreno de juego no es simplemente por su forma física o cansancio, sino que tiene la cabeza en otro sitio y el responsable, aunque no en negativo, no es otro que Lorenzo Bravo.

Los dos sienten mucho más que una atracción y si Fito viene tanto al barrio no es solo para ver al farmacéutico y futbolista, sino al que se empieza a convertir en gran amor para él. "Tengo miedo de que se convierta en algo más que en una aventura porque me importa mucho", ha confesado.

Siente que no sabe gestionar lo que le pasa y su confidente ha sido claro con su consejo: "yo te diría que hagas cualquier cosa menos huir. No sé lo que debes hacer, pero lo mejor es que habléis, le cuentes cómo te sientes y a partir de ahí a ver qué pasa".