Maribel no quiere cruzar la frontera de ser compañeros de trabajo en el bar de los Gómez y él tampoco le está pidiendo forzar nada más, pero quiere ayudarla y que sienta que tiene en él un apoyo para lo que necesite. "Ya te dejé claro que entre tú y yo tiene que correr el aire", le ha dicho ella.

Está claro que la joven tiene un escudo y ha tirado de amenazas para advertirle de lo que es capaz si se siente agobiada por alguien, pero el "cara bonita", tal y como ella le llama, no tiene miedo, está convencido de que en algún momento ella necesitará un amigo y ahí estará él para tender su mano.

Ciriaco tiene un corazón enorme y va a hacer todo lo posible porque Maribel decida apuntarse en la academia para volver a estudiar, aunque tenga que ser él quien cuide de la hija de la que todavía solo quiere ser su compañera o colega. "No quiero que se desperdicie una inteligencia como la tuya", le ha halagado.