La hija de Manolita no podía seguir conociendo a Román sin contarle algunas cosas de su pasado y ha decido sincerarse con el hijo de los Quevedo. Con mucho miedo, Lola temía hablar por si las cosas cambiaban entre ellos, pero Román ha sido muy claro: "Nada de lo que me digas va a cambiar lo que siento por ti".

"Román, estoy casada", ha confesado la joven, mientras intentaba explicarle que se separó hace un tiempo y le costaba mucho hablar del tema porque fue muy difícil salir del matrimonio con Arnau. "Yo sé bien lo que es estar en un matrimonio infeliz, por eso entendía tus razones para no casarte con Alicia", explicaba Lola.

Román ha comprendido y agradecido su sinceridad, y ha querido animarla para que recupere su libertad y le pida el divorcio a su marido. Además, le ha hecho una bonita promesa de amor: "Yo quiero ser esa persona que te dé todo ese amor que no recibiste y te prometo que nunca te haré daño".

Sin embargo, Lola solo le ha contado a Román una parte de su pasado. ¿Será también capaz de sincerarse con la identidad de su hija?