"No hay malas madres", ha tranquilizado Luisita a Isabel después de escuchar cómo pedía perdón a su pequeño por haberse ido, lo que ha provocado un acercamiento y la reconciliación entre ellas. Finalmente, se han fundido en un abrazo y Amelia también ha respirado tranquila.

Isabel le ha dicho a su bebé que no ha dejado de llorar desde que se fue de su lado: "me he dado cuenta de que eres mi vida entera. No puedo vivir sin ti". Ella tenía miedo a no poder darle la vida feliz que quiere para su hijo y por eso tomó una decisión precipitada.

Amelia se ha alegrado de que su chica entienda ahora a la madre de Teo y la ha invitado a hablar con ella para arreglarlo: "Te quería pedir perdón porque he sido muy injusta contigo. Yo también le tengo mucho cariño a este demonio llorica", le ha dicho Luisi.