La policía ha decidido no reabrir el caso y la mayoría de personas que rodean a Manolita intentan convencerle de que la causa de la muerte de su hija está clara, pero ella va a ir hasta el final para saber qué pasó realmente antes de su muerte.

Benigna es la única que parece estar dispuesta a ayudar a su amiga a investigar con ella, pero el barrio en el que apareció el cadáver es peligroso y sin una ayuda profesional pocos pasos pueden dar hasta su objetivo.

La matriarca de los Gómez ha colgado carteles con su número de celular y pidiendo a todo el que pudiera haberla visto antes de que falleciera que le llame para darle información que pueda serle útil para convencer a su familia y a la policía que llevó el caso.