Aunque la idea era esperar a que Manolita volviera a Madrid para tomar una decisión sobre la incorporación de la marca blanca en el supermercado, Nieves ha avanzado sin su prima y ha visto el etiquetado y el preacuerdo con el contacto facilitado por su yerno, algo que a Manolita le ha enfadado y mucho.

"Mientras he estado fuera, mi prima ha hecho y deshecho a su antojo, así que tengo un buen disgusto. Se ha puesto a negociar con López Cantero y cuando he llegado al despacho tenía los envases con todo empaquetado y organizado", se ha desahogado con Marcelino mientras preparaba la cena.

Su marido ve similitudes con lo que le ocurre a él con Ricardo, pero las actitudes son diferentes, porque en el caso de Marcelino mira para otro lado: "En vuestro caso es diferente porque yo no le veo a él queriendo mover hilos a mi espalda y me parece que tú sí estás teniendo esa sensación con tu prima".