Pelayo no podía conciliar el sueño, se ha desvelado y no podía dormir más, así que ha decidido prepararse un café y quedarse en la cocina hasta que llegara la hora de abrir El Asturiano, pero cuando su hijo le ha visto se ha asustado mucho.

"Soy un muerto viviente", le ha dicho Pelayo con el aspecto triste y alicaído que presenta últimamente, algo que rompe por completo a su hijo, que ha tomado una drástica decisión y es que se va a llevar a su padre a la caravana de mujeres para que encuentre a alguien y se ilusione de nuevo.

El problema es que Pelayo no sabe que la escapada junto a Marcelino tiene tal objetivo ni se imagina lo de la caravana porque su hijo se ha inventado una excusa y se lo llevará engañado. ¿Funcionará el plan? ¿Contará con el apoyo de Manolita?