La industria del transporte evoluciona y los avances tecnológicos nos permitirán viajar en un futuro en burbuja o en un tren a más de 600 kilómetros por hora y nos tendremos que acostumbrar a ver drones sobrevolar nuestras ciudades.

Los coches y vehículos a los que estamos acostumbrados seguirán formando parte de nuestro día a día, pero adaptados a un nuevo entorno y con la posibilidad de circular en carreteras inteligentes y subterráneas para evitar atascos.

Los taxis voladores nos permitirán viajar más rápido para llegar a nuestro destino y para los que prefieren mantener los pies en la tierra habrá formas de transporte más veloces y eficientes que se cargarán en bases instaladas para ese uso.