Los niños han sido vacunados, no tienen fiebre y han comido en el hospital al que han sido trasladados. La FIFA les invitó a la final del Mundial en Rusia, pero los médicos no aconsejan su traslado.
Tailandia se ha paralizado con el drama que ha despertado la solidaridad en todo el mundo desde el 23 de junio, cuando el equipo de niños y su entrenador se resguardaron en esa cueva de la lluvia.
Es el final tras 17 días y los últimos tres con rescate en tres operaciones, con buzos de apoyo y la lluvia amenazando. La resistencia y el coraje de los menores son admirables.