Los agricultores califican a 'Florence' como extremadamente peligroso y el nivel del mar podría llegar a los seis metros, lo que podría poner en riesgo la vida de muchas personas.

Muchos comercios de la costa este de EEUU están bajo mínimos y no queda agua mineral, pilas y latas de comida. Las colas de las gasolineras son interminables y los habitantes buscan generadores eléctricos y láminas para blindar sus viviendas.

"En Virginia, Carolina del Norte y Carolina del Sur nunca han visto algo así antes en los últimos 25 años", ha dicho el presidente de EEUU, Donald Trump.