El huracán más potente del siglo ha dejado muy poco en pie en la ciudad de Panama City, en Florida. Las olas, de más de tres metros de altura, han destruido casas, árboles y todo lo que ha encontrado a su paso.

Las calles se han convertido en ríos y hay más de 400.000 hogares sin luz. El huracán se dirige a Georgia y Alabama degradado a categoría 1 y la orden de evacuación afecta a 500.000 personas.

Las autoridades tratan de hacerse cargo de los vecinos con pocos recursos. "Hay gente sin dinero que no puede regresar a sus casas y estamos tomando medidas", declara el presidente de EEUU, Donald Trump.