Están en juego los cargos de las personas que van a marcar la política comunitaria en los próximos años y en esta negociación surgen las primeras rencillas entre los países miembro por ocupar una posición relevante.
En la primera reunión se vio el enfrentamiento entre Merkel, que quiere imponer a su candidato y Macron avisa de que ya no sirven esas mayorías de populares y socialistas, porque hay un nuevo escenario.
Ahora, tienen que contar con el grupo de liberales y también hay que tener en cuenta el equilibrio de género. De los cuatro puestos clave, al menos dos de ellos deben ser mujeres.