Hace un mes, la princesa de Jordania desafió la estricta ley musulmana divorciándose de su marido, Mohamed bin Rashid Al Maktum, primer ministro dubaití.

Recientemente, la hija del difunto rey Husein I de Jordania ha reaparecido en Londres para asistir al juicio de su divorcio. Su huida a Reino Unido podría desembocar en una crisis diplomática.

A su vez, en esta mediática y conocida separación, están en juego más de 4.900 millones de euros. Su abogada, la baronesa Fiona Shackleton, es la misma letrada que gestionó la separación del príncipe Carlos y Diana de Gales, así como la del príncipe Andrés y Sarah Ferguson.