El terrible suceso ha ocurrido en una cárcel de la ciudad de Altamira, Estado de Pará.
Todo se originó a la raíz de que, una de las dos bandas implicadas en el suceso, asaltó el ala de la prisión donde se encontraban los miembros del otro grupo.
Una vez el asalto tuvo lugar, los prisioneros comenzaron a incendiar colchones y, en consecuencia, la mayoría de las 57 muertes producidas, a excepción de las 16 decapitaciones, se produjeron por asfixia.
Se trata pues, de la peor matanza penitenciaria de Brasil en lo que va de año.