La esposa del todavía presidente de EEUU ha pedido el cese de la violencia en un momento en el país está sumido en un clima de tensión del que su marido, Donald Trump, es principal protagonista tras el episodio en el Congreso estadounidense el 6 de enero.

Su lengua nativa no es el inglés y su origen no es estadounidense, se ha mantenido en un segundo plano en los años de Gobierno de su esposo y la prensa ha tenido pocas oportunidades de acceder a ella, pero cuando ha hablado ha dejado claro que tiene su propia voz y sus propias opiniones.

Su proyecto social para combatir el ciberacoso en los niños no ha tenido una gran repercusión, es poco expresiva y lo que sí han podido captar las cámaras es su extraña relación con Trump. Ahora, Melania se despide de la Casa Blanca con un mensaje de reflexión y reconciliación.