Lo que se sabe es que las personas más afectadas son las de edad más avanzada o las que tienen patologías previas, pero también hay pacientes sanos que responden peor al virus.

"Nosotros tenemos la hipótesis de que pequeñas variaciones en los genes pueden influir a la hora de enfrentarse al coronavirus", explica Planas.

Sin saber cuántas personas se han contagiado y cuántas son asintomáticas es difícil tener una respuesta exacta y el estudio quiere ver el papel que juega la genética.

"Puede haber razas que tengan más predisposición", adelanta la investigadora, aunque todavía es pronto y este tipo de estudios necesitan poblaciones grandes para alcanzar conclusiones.