En España ya se han distribuido más de tres millones y medio de estos test que lo que indican es si una persona está contagiada en ese momento y el tiempo que tardan en ofrecer un resultado es menor que el de una PCR: solo 15 minutos.

Sus principales ventajas son la rapidez y también el precio, porque una prueba PCR tiene un coste de unos 65 euros, mientras que el de los test de antígenos es de alrededor de cinco euros.

"Son pruebas portátiles y fáciles de utilizar", asegura el presidente de la Asociación de Técnicos de Laboratorio, Juan Carlos Rodríguez. Eso sí, las pruebas las tiene que realizar un técnico con las adecuadas medidas de seguridad y de momento solo se distribuyen a centros sanitarios.