Cada día conocemos más medidas de los países europeos para no perder el control de la pandemia y frenar los contagios en plena segunda ola. Bélgica y República Checa registran las tasas de incidencia más alarmantes, pero son muchos los territorios que están alertando sobre máximos de nuevos casos.

Irlanda entra en nivel de alerta máxima contra el virus y el Gobierno restringe las actividades no esenciales durante las próximas seis semanas. Las escuelas seguirán abiertas y los ciudadanos podrán salir a hacer deporte a un máximo de cinco kilómetros desde sus domicilios.

Gales sigue los pasos de Irlanda del Norte, se desmarca del primer ministro de Reino Unido y ha decretado un confinamiento de sus tres millones de habitantes desde el viernes, 23 de octubre, con una duración de dos semanas.

París y otras nueve áreas metropolitanas de Francia continúan con el toque de queda vigente desde el sábado, Italia deja la decisión de los cierres sobre la mesa de los alcaldes y Suecia, que había declinado el confinamiento en la primera ola se plantea aplicarlo por zonas.