El 27 de marzo Boris Johnson confirmaba que había dado positivo en coronavirus tras someterse al test y desde ese momento ha trabajado en su residencia en Downing Street, aislado y con síntomas leves.

Los medios de comunicación, incluso los afines al 'premier', han criticado que el país vaya pasos por detrás de otros territorios en la lucha contra el COVID-19.

Al igual que en otros países como España, los sanitarios han alertado sobre la falta de trajes de protección para llevar a cabo su trabajo con seguridad. Además, faltan respiradores para los pacientes más graves y test rápidos.