Bruselas no cierra la puerta al uso de la vacuna rusa, con un 92% de eficacia, incluso en los mayores de 60 años. La UE puede terminar recurriendo a ella, las conversaciones ya han comenzado y será la Agencia Europea del Medicamento la que tenga la última palabra.

El principal escollo es que en los contratos del club europeo se da preferencia a las vacunas que se fabrican dentro del territorio comunitario porque la idea es no tener que importarla.

Desde Rusia aseguran que podrían llegar a inmunizar a 700 millones de personas solo en 2021 con una capacidad de fabricación importante para lograr el objetivo de vacunar al 70% de la población antes de que finalice el verano.