El sector turístico está pendiente de tomar una decisión sobre la reapertura de hoteles y para ello es necesario saber si los ciudadanos podrán estar en playas y piscinas este verano.

El CSIC estudia si el agua o la arena pueden ser canales de contagio de COVID-19, lo que impediría el acceso a esas instalaciones este año.

"En la playa hay que tener en cuenta que influye el viento y las mareas y es mejor esperar el resultado final del estudio para saber cómo actuar", ha dicho Mirones.

No hay fecha para conocer el informe, pero hay máxima prioridad por la urgencia, ya que en muchas comunidades las piscinas se abren a finales del mes de mayo.