Sobre nosotros orbita una cantidad de basura invisible desde la tierra y minúscula, pero que podría tener un impacto muy potente, como el de una granada, según advierten los expertos.

"Lo más grave es que están moviéndose de forma descontrolada", avisa el astrónomo del Instituto de Astrofísica de Canarias, Miquel Serra, que habla de "nubes de tornillos y de chatarra" sobre nuestras cabezas.

Es un potencial peligro, especialmente para los satélites que trabajan para enviar información desde el espacio hasta la tierra. El láser limpiará estos residuos para cambiar su velocidad y su órbita.