Por el momento, se calcula que las llamas ya han calcinado más de 9 mil hectáreas en Portugal. Debido a la complicada situación, España ha decidido colaborar enviando un equipo militar y dos aviones anfibios.

Son muchos los ciudadanos indignados con los recursos propuestos por parte del gobierno portugués. Vecinos y comerciantes critican la gestión de los medios utilizados y temen que se repita la situación de 1998.

Un equipo de Antena 3 Noticias ha sido testigo de cómo el viento a reavivado las llamas en una aldea de casas de Sao Bento, activando tres focos nuevos. Sin embargo, nadie se rinde en Portugal.