Los franceses se enfrentan a un tercer confinamiento, aunque por el momento no se prohíben los viajes al extranjero y solo se desaconseja viajar a otros países europeos.

En total serán cuatro semanas de cierre y afecta también a colegios, escuelas y comercios no esenciales en el país, que se unen a los bares, restaurantes y locales de ocio. Además, se mantiene el toque de queda nocturno desde las seis de la tarde.

La movilidad queda reducida a un perímetro de un kilómetro y se prohíben los desplazamientos entre regiones desde el 6 de abril para que los ciudadanos puedan elegir dónde confinarse estas semanas, con lo que algunos franceses podrán optar por sus segundas residencias.