El presidente de Polonia revalida así su mandato con su partido, Ley y Justicia (PiS), para seguir con el euroescepticismo que ha vuelto a mostrar en su campaña, donde también ha amenazado a homosexuales y judíos.

Las elecciones han tenido el resultado más ajustado de los últimos 30 años en el país, lo que muestra la división cultural de Polonia y la fuerza de la oposición de Rafa Trzaskowski.

Además, la participación se ha situado por encima del 68% a pesar de celebrarse en medio de la pandemia, motivo por el que se aplazó la cita desde mayo hasta julio.