El miedo a los rebrotes y la evolución de la curva de contagios en aquellos países en los que todavía no se ha alcanzado el pico hace que la OMS no vea la luz al final del túnel.

Algunos países empiezan a aplicar la medida del confinamiento selectivo, como en Reino Unido con la ciudad de Leicester ante un importante rebrote. Se controlan las salidas y han vuelto a cerrar los servicios no esenciales al registrar el 10% de todos los nuevos contagios en el país.

Alemania ha tomado la decisión de ampliar la cuarentena alrededor de la planta cárnica, foco de uno de los rebrotes, en la que se han detectado más de 1.700 contagios de coronavirus.

En Australia, tras detectar el mayor rebrote en 24 horas de los últimos dos meses, el Gobierno se plantea el confinamiento de Melbourne para evitar una segunda oleada de contagios.