En Washington se están colocando vallas alrededor de la Casa Blanca y están tapiando puertas y ventanas para evitar convertirse en el blanco de los saqueadores en la noche electoral de EEUU, cuando se decidirá quién será el nuevo presidente.

En Nueva York, San Francisco, Los Ángeles y Beverly Hills también se están preparando para lo que pueda ocurrir cuando empiecen a publicarse los resultados de los comicios y es que los expertos en seguridad han advertido de las posibles protestas.

El país está polarizado y se teme que se repitan episodios como los vividos a finales del mes de mayo en las protestas por la muerte del ciudadano afroamericano George Floyd a manos de policías en Minneapolis, Minnesota.