La seguridad es fundamental tras lo ocurrido en el asalto al Capitolio el pasado 6 de enero y "nadie se fía de nadie", tal y como nos ha relatado el corresponsal de Antena 3 Noticias en EEUU, José Ángel Abad.

De hecho, se está revisando el historial de los 25.000 soldados desplegados por si se tuviera la sospecha de que alguno de ellos pueda tener intención de atacar más que proteger en una jornada histórica en el país.

Washington está blindado y las medidas de seguridad son extremas, con un despliegue sin precedentes. Se había planteado la posibilidad de trasladar la toma de posesión al interior del Capitolio, pero finalmente se mantendrá la tradición de celebrar la ceremonia en la escalinata oeste.