El teletrabajo ha llegado para quedarse en muchos puestos al garantizar más seguridad en tiempos de pandemia, lo que hace que aparezcan protagonistas inesperados en nuestras conexiones que nos ponen en un aprieto.

A veces se queda en una anécdota cómica y otras veces nos sonrojan y es que durante estos meses hemos visto a muchas mascotas y bebés intervenir en las reuniones de trabajo, lo que a veces hace que algunas personas hayan perdido la paciencia.

También se han vivido terremotos en plena videollamada y en un pleno del Ayuntamiento de Torrelavega, en Cantabria (España), uno de los concejales olvidó apagar su cámara mientras se duchaba.