Antes de que el cortejo fúnebre trasladara el féretro de Maradona hasta el cementerio, miles de personas le despidieron en la Casa Rosada, donde estaba su capilla ardiente. Desde primera hora, los seguidores del '10' se agolpaban a las puertas del edificio para darle el último adiós.

Durante el velatorio se produjeron disturbios y cargas policiales, hay varios heridos y hasta una decena de detenidos. Cientos de hinchas tomaron al asalto la sede del Gobierno y hubo que buscar un refugio seguro para el cadáver del astro del fútbol.

Su velatorio ha sido tan excesivo como lo fue su propia vida y los cánticos continuaron en la madrugada en la ciudad de Buenos Aires. Ahora comienza la otra historia de Maradona, con la investigación policial sobre su muerte y la disputa por su herencia.