"Lo que tendría que ser un ambiente desolador y no sé si es por el bullicio de una ciudad tan grande como Londres, pero puedo encontrar muchísimas personas en supermercados, calles, parques y zonas públicas", ha relatado en 'Espejo Público'.

Las medidas allí son demasiado laxas y el uso de la mascarilla empieza a hacerse más general, pero no es obligatorio y "ni siquiera está mal visto no llevarla". "En Reino Unido ahora están más concienciados con el aumento de casos y la nueva cepa. Se respira más miedo", asegura María.

El Gobierno británico también ha modificado su postura con respecto al mes de marzo y ahora sí hay un 'lockdown' que puede extenderse hasta más allá del 15 de febrero. Boris Johnson no quería poner en jaque la economía, pero la fuerza del coronavirus ha hecho que tenga que tomar medidas que en el comienzo de la pandemia ni se planteaba.