Tanto la vacuna de Pfizer como la de Moderna necesitan temperaturas muy bajas para su conservación y complica la logística del transporte. Las dos utilizan la técnica de ARN mensajero, que nunca se ha probado en una vacuna a gran escala como en este caso.

El proyecto de la Universidad de Oxford y AstraZeneca tiene una efectividad que varía en función de la cantidad suministrada y es más barata. Además, se conserva más fácilmente, utiliza una técnica más tradicional, testada en vacunaciones masivas y ha demostrado alta eficacia en los mayores de 70 años.

La vacuna de Janssen se suma a la carrera por dar con la vacuna idónea en la lucha contra el coronavirus, que será testada en 30.000 personas de hasta nueve países, ya se encuentra en la tercera fase del proceso.