"Nosotros teníamos muchas horas de rodaje nocturno y cuando llegas de trabajar a las ocho de la mañana, ya es de día y ya has desayunado, estás pasado de rosca y todo empezó cambiando los nombres en los carteles de las puertas", ha explicado la actriz sobre las bromas en el hotel.

Ella es una de las artífices de muchas de las bromas, pero lo cierto es que entraron en una dinámica de venganzas divertidas y todos pusieron su granito de arena para amenizar las veladas y los despertares de los huéspedes.

En la performance final, llenaron los pasillos del hotel de telas de araña y crearon todo un pasaje del terror y la actriz lo ha explicado: "yo sé que no es de agrado encontrarse una planta entera del hotel como si fuera Stranger Things, pero sé que nos echan de menos".