Camilo regresó al programa de Pablo Motos para repasar algunos de los momentos más significativos de su vida personal y artística. La sorpresa llegó cuando, en plena entrevista, Evaluna y Ricardo Montaner se sumaron al encuentro. La llegada de su esposa y su suegro, referente musical en toda Latinoamérica, llenó el plató de un fuerte sentimiento de unión que traspasó la pantalla.
Montaner presento su nueva colaboración musical y comentó que, después de 22 años, decidió relanzar una canción muy especial acompañado por su hija Evaluna y Camilo: “En América Latina ha gustado muchísimo… y ahora estamos en España, tratando de que la gente la escuche y la conozca”.
Pero la verdadera historia comenzó mucho antes, cuando Evaluna presentó a Camilo en casa. Pablo Motos no pudo evitar la curiosidad: “¿Cómo fue ese primer encuentro con el novio de tu hija… con ese bigotillo?”. Entre carcajadas, Ricardo confesó que, en aquel entonces, por suerte, el famoso bigote de Camilo aún no existía.
A partir de ahí, el relato fue tan entrañable como digno de una comedia romántica: conversaciones a distancia durante meses, un viaje a Bogotá, saludos nerviosos, desayunos familiares, y hasta manos agarradas en secreto bajo la mesa. “Él nunca se dio cuenta, pero el lo sabía”, confesó Camilo con una sonrisa.
Ricardo continuó la historia con la naturalidad de un padre protector y divertido. Contó cómo, tras convivir una semana y media en casa con Camilo, este anunció que debía volver a Bogotá para seguir trabajando… como profesor de yoga con tres alumnos. “¿Tres alumnos? ¡Bueno avisa que tienes paperas…y quédate unos días mas!”, bromeó Montaner. Al final, Camilo hizo caso… y se quedó. Dos años después, ya formaba parte de la familia para siempre.
La noche culminó con un momento musical que emocionó a todos: guitarra en mano, los tres interpretaron la canción que celebran juntos como familia. “Cuando las cosas se hacen en familia, es muchísimo mejor”, dijo Montaner. “No solo es más divertido, sino que mantiene unida a la familia. Este es un programa para eso: para que la gente se siente en el sofá o cene viendo que se puede ser feliz… y que nosotros lo somos”.
En definitiva, fue una velada en la que se mezclaron música, valores y amor verdadero. Una familia que no solo canta unida… sino que inspira unida.