"La verdad es que me gustan las personas grandes, que tengan sensibilidad emocional, comprometidas, interesantes y cada vez me importa menos el tema estético, porque me di cuenta de que hay muchas más personas en el mundo feas que lindas. Somos muchos más feos que lindos y hay que buscar personas bonitas por dentro, aunque suene a cliché", ha reflexionado.

Si habla de la parte estética, reconoce que le gusta "lo ibérico" y si concreta, se fija "en el tamaño en general", de momento le gusta "una buena cabellera, la elegancia y que se vistan bien. No me gustan esos peinados modernos, me gustan las personas clásicas, aunque no demasiado lejos en el tiempo".

Lo que más le seduce es "poder hablar de música con una persona, comentar temas y que haya una conexión musical" y lo que le desinfla es no poder hablar con esa persona: "normalmente me desinfla todo y no conecto para enamorarme, porque si lo hago me pongo de novia, pero se conecta muy pocas veces con una persona. Ahora no estoy enamorada".