Los dos presentadores han hablado de lo que relaja el agua del río y la montaña, porque para Mamen "te quitas un problema en cada paso" y "andar es muy terapéutico". "Otra de las cosas que a mi me gustan mucho de la naturaleza es esta sensación de ser pequeños", ha reflexionado.

Sobre el hecho de no haber tenido hijos también se ha sincerado en la ruta: "cuando los pude tener no los tuve porque aposté por mi carrera profesional y cuando los quise tener no tenía con quién. Yo nunca he sentido la llamada de la maternidad y no es algo por lo que me sienta incompleta".

Reconoce que no tiene vértigo y no experimenta miedo físico, por eso también el deporte le va muy bien: "tengo miedo al dolor emocional, pero no tengo el freno del miedo. No tengo la sensación de que en el horizonte hay algo malo y creo que me voy a poder sacar de los problemas ni vivo el mundo como un lugar amenazante".

Con el fallecimiento de su madre sí experimentó ese "sufrimiento por ti y por los que vas a dejar" y eso también le hizo sentirse más viva. "Para mi ese fue el momento más duro, tenía 30 años y no entiendes lo que está pasando y te crees inmortal. La muerte tiene una cosa positiva y es que te hace sentir vivo".