Gilberto Santa Rosa, una de las grandes leyendas de la salsa, se sentó a conversar con Sandra García-San Juán, fundadora y CEO de ‘Starlite Occident’, para hablar sobre su carrera, su evolución como artista y la energía única que se vive en este escenario internacional.

Con la calidez que lo caracteriza, el Caballero de la Salsa reflexionó sobre su trayectoria y los premios y reconocimientos que marcaron su vida artística, entre ellos varios Grammys y un Billboard de Lifetime Achievement. “Siempre que pasan esas cosas, miro a Gilbertito, mi nieto de 12 años, y pienso: a esa edad yo ya soñaba con ser cantante. Soñaba que iba a llegar lejos, pero no estaba seguro”. Entre risas y nostalgia, el cantante confesó que se ha divertido mucho en el camino.

Santa Rosa recordó cómo ingresó a la industria musical de forma profesional a los 14 años, guiado por el legendario músico puertorriqueño Don Mario Ortiz. “Entré a la industria muy joven. Estaba rodeado de lo mejor de la música de Puerto Rico”. Esta increíble experiencia la vivió con una mezcla de inocencia y la necesidad de madurar rápido, porque si no, se quedaba atrás.

Durante la entrevista, también compartió una anécdota con Don Omar, revelando una colaboración inesperada en el tema ‘Los hombres tienen la culpa’: “A Don Omar lo pusimos a salsear nosotros”. El día que iban a grabar la canción juntos, Don Omar llegó tarde, pero logró cantar sus versos casi de una sola toma. “Cuando hizo su parte, me quedé frío. No sabía que tenía esa capacidad… me sorprendió mucho, canta muy bien”.

Sobre su paso por ‘Starlite 2025’, Gilberto no escatimó en elogios al equipo y la experiencia en escena. “Lo más relevante de este show es que tiene mucha energía. He conseguido una conexión con mis músicos que permite que podamos proyectarnos mejor… Hay una retroalimentación interesante dentro y fuera del escenario”.

Con humildad y sabiduría, Gilberto Santa Rosa demostró una vez más por qué sigue siendo una figura imprescindible en la música latina. En ‘Starlite 2025’, no solo hizo bailar al público con canciones como ‘La agarro bailando’, ‘Un montón de estrellas’ y ‘Ahora o nunca’: también dejó una lección de pasión, perseverancia y autenticidad.