Lo que hace Ara Malikian con el violín es de otro planeta y es que lleva pegado a este instrumento desde que dio su primer concierto, con solo 12 años. "Llevo toda la vida tocando y está pegado a mi, no puede pasar un día sin el violín", ha reconocido.

Dicen que su música pone banda sonora a la esperanza y agradece esas palabras porque "es el objetivo de la música y del arte y la cultura en general". Lleva 40 años en la música y los últimos 100 conciertos han sido "los más emotivos".

Sus espectáculos son un show y tiene madera de maestro de ceremonias pero no se considera un showman: "empecé por casualidad a dirigirme al público y lo seguiré haciendo. Seguiré contando las anécdotas de las canciones".