El universo Starlite se vistió de sensibilidad y verdad con la llegada de una de las grandes voces de la música iberoamericana: Natalia Lafourcade. La artista mexicana, considerada una de las cantautoras más influyentes del siglo XXI, hizo su debut en el festival boutique más importante del mundo, dejando una presentación que fue mucho más que un concierto: fue una experiencia emocional.

Con 18 Latin Grammys en su trayectoria —lo que la convierte en la mujer latinoamericana más premiada de la historia de estos galardones—, Natalia aterrizó en Marbella con su ‘Cancionera Tour’, un proyecto que rinde homenaje a su historia personal, a su oficio y a su manera única de contar lo invisible a través de la música.

Estoy feliz porque estoy aquí en España disfrutando mucho del verano. No me había tocado hace mucho tiempo, y además hacerlo con una gira es aún más especial”, compartió la artista en una entrevista previa al show. “Me encanta la naturaleza, el mar... y aquí, en este contexto, compartir la música me hace muy feliz.

Sobre el concepto de ‘Cancionera’, Lafourcade lo define como una forma de volver a sus raíces, de reconectar con el sueño que nació desde su infancia:“Este Cancionera es seguir haciendo realidad lo que es mi sueño desde infancia. El oficio y la pasión del cantar, del componer una canción... con el tiempo se ha asentado en mi vida, en mi corazón, en mi alma. Es parte de mi estilo de vida.”

En su actuación, Natalia interpretó temas cargados de poesía, emoción y verdad, demostrando que su música es un puente que une almas y rompe barreras.“La música nos une..tira juicios, tira máscaras, muestra mucho de lo que somos. Desde el que le está ejecutando pero también lo que nosotros podemos percibir del público que nos viene a ver es verdad lo que se genera en ese espacio.

Con humildad, elegancia y un talento magnético, Natalia también celebró la oportunidad de compartir escenario con Valeria Castro, a quien describió como una artista a la que “admira y quiere mucho”.