Darren McGrady, ex chef de la familia real británica, ha desvelado que la reina Isabel II lleva más de 90 años merendando un sándwich de mantequilla y mermelada, de fresa siempre que es posible. Una vez hecho, se lo cortan en círculos del tamaño de un viejo centavo británico.

A la monarca también le gustaría el bocadillo con rebanadas de pan de molde condimentados con mayonesa y atún, rodajas de pepino y mantequilla y no perdona su hora del té, sobre las 3 y media de la tarde. Además, según desvelaba el libro de Karen Dolby hay más exigencias destacadas y sorprendentes.

No le gustan los hielos normales para refrescar sus bebidas y exige que sean esféricos, porque tintinean menos en la copa. Además, tiene una amiga que prueba sus zapatos y los utiliza hasta que ella misma los viste.