"Con ese equilibrio, más que un camarero Ricky parece un cliente que lleva horas acodado a la barra", ha bromeado Maya Pixelskaya después de ver el vídeo.

Ana Guerra sí demostró que es toda una experta en el manejo de la bandeja y consiguió trasladar el refrigerio sin mirar el vaso y sin poner en peligro su contenido.

Después de las clases, se dieron un chapuzón en la piscina y la artista demostró también aquí que se desenvuelve a la perfección, como pez en el agua.