Diego encuentra a Clara inconsciente bajo la tormenta y decide llevarla a Castamar porque su estado es muy delicado. El duque pide que la suban a una alcoba de invitados, y él mismo se encarga de cuidarla.

Doña Mercedes cree que ha perdido el juicio y pide ayuda a la Reina para evitar que arruine su compromiso con Amelia. Pero Diego está dispuesto a renunciar a todo por la cocinera, que a pesar de los cuidados no deja de empeorar. Amelia, desesperada, cuenta la verdad a Doña Mercedes. La duquesa madre no va a consentir que Diego convierta al heredero de Castamar en un bastardo.

En la cocina, Beatriz trae la noticia de que el reo al que van a ajusticiar es el padre de Clara. El rencor que siente hacia ella es tal que cuenta a Úrsula que vio cómo se besaban Diego y Clara. Doña Mercedes también se entera y se enfrenta a su hijo, acusándolo de ser un irresponsable y de llevar a la ruina a la familia.

A pesar de todo, sus planes de boda con Amelia deben continuar y ella hará lo posible para que siga adelante, aunque Diego se niega.