Las medidas de prevención son cada vez más estrictas y decenas de médicos y sanitarios voluntarios de toda China ponen rumbo a Wuha para luchar contra el coronavirus, lo que les ha convertido en 'los ángeles blancos'. Allí, en el epicentro de la enfermedad, se construyen dos hospitales para tratar a los infectados.

En esa 'zona cero' no dan a basto para atender a una población que cada vez está más desesperada por la situación. Además, las fábricas de suministros sanitarios no descansan para aliviar la escasez de productos en una ciudad prácticamente fantasma.

El centro chino de control de enfermedades dice haber empezado a desarrollar una vacuna contra el coronavirus, pero el ministro de Sanidad advierte de que el patógeno se transmite rápido y el riesgo de mutación es elevado. El período de incubación es de uno a 14 días y es infeccioso y transmisible en esa fase.