Desde la Unión Europea han llamado a la calma y han pedido que no se cierren fronteras tras conocerse que hay siete víctimas mortales por el Covid-19 en Italia y la cifra de contagiados asciende a los 230.

Hay 50000 personas aisladas en las llamadas "zonas rojas" en el norte de Italia y 4000 ciudadanos que se han hecho una evaluación voluntaria para confirmar que no son portadores del virus.

Las autoridades siguen investigando la cadena transmisora y la identidad del "paciente cero", que podría ser un agricultor de 60 años que viajó entre las dos zonas. El temor a que el virus se propague ha llevado a países como Croacia, Eslovaquia o Rumanía a extremar las precauciones.